Cuando el 18 de abril de 1756 el Mariscal Richelieu y sus allegados atacan el Fuerte de San Felipe de Mahón (capital de Menorca) e invaden la isla, tienen la ocasión de probar la salsa all-y-oli (ajo y aceite) con gran sorpresa. Copiaron la receta de su elaboración y la llevaron a Francia, donde se dio a conocer. Allí, por cuestión de gusto le quitaron el ajo y al resultado lo denominaron mahonnaise (de Mahón). En Francia el nombre se afrancesó como “Mayonnaise” y en la península se conoció desde entonces por su traducción corrupta como “Mayonesa”.
En un vasito de plástico (que tenga tapa hermética, para luego conservarla en el mismo cacharro), poner un huevo entero, un pellizco de sal, el zumo de medio limón, un diente de ajo partido en dos (el tamaño del ajo, según lo picante que os guste)...

... y llenar de
aceite de oliva suave (3/4 del vaso).

Poner el brazo de la batidora en el fondo del vaso, y batir suave, sin moverlo.

Cuando veamos que empieza a espesar, subimos y bajamos suavemente la batidora hasta que se integre el aceite que quedaba en la superficie.

Y ya está!!!! Tapar bien y conservar en la nevera unos días.